Residencia performativa, Teatro el 5 de Velarde. Madrid. España. Junto con Matias Zanotti, Samuel Silva y Melisa Romero.
¿Cuál es esa forma de teatro que hoy nos conmueve? ¿Dónde radica la experiencia teatral cuando el encuentro es peligroso? ¿Qué posibilidades escénicas se resignifican en un contexto vacío de espíritu? Ritual escénico poético espiritual – algo de una esencia se desvanece, humanos vacíos de espíritu, ahogados en especulaciones modernas vacías de sangre, de tripas corazón, sometidos a frenéticas emociones instantáneas. El formato de la pantalla se apodera de nuestra cotidianeidad. Los vínculos se tejen entre avatares que esconden nuestros pliegues, nuestro olor, ¿dónde están las cicatrices? Ritmo vertiginoso de los días, ¿Cuánto dura un año?Especies con multi trabajos, en multi ciudades, con multi vínculos afectivos todos a la misma vez. ¿Y el tacto? Ciudades
que no encuentran silencios.
Los cuerpos no distinguen el tiempo. Todos los días es lunes. Entre tanto ruido nos proponemos encontrar un rincón donde poder detener el vértigo por un momento. Capturarlo para construir imágenes que nos permitan acariciarnos. Recordar que es posible mirarnos, dejar de hablar, callar el pensamiento de palabras y sentir por los poros de la piel.
Experiencia inmersiva – les espectadores son participantes activos. Es una invitación a un acontecimiento escénico colectivo. Somos conscientes de la actualidad pandémica, de la complejidad de los encuentros. Motivo por el cual decidimos pensar y reflexionar sobre la forma que puede ofrecer una práctica artística como el teatro-performance en un contexto donde están restringidos los contactos. La experiencia sucede en diferentes espacios y de forma simultánea, el recorrido, la transición y el estar es libre al deseo de cada participante.
“El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría”
William Blake